El primer álbum de fotos familiar de Sara
Esta es la historia de una restauración de un álbum de fotos antiguo, el cual fue un regalo de una mamá a su hija en 1897:
Es una reliquia familiar de 126 años!
Te imaginarás que apenas me llegó, sentí mucha presión al trabajar un una pieza tan antigua!
Te voy a contar cómo fue la historia de esta restauración.
Un sábado al mediodía, Sara, mi clienta, me envió el primer mensaje a través de mi fan page en Facebook.
Me dijo que tenía un álbum de fotos familiar, que estaba un poco roto, que quería restaurarlo.
Le pedí fotos del ejemplar, para ver de qué se trataba, quería saber si podía ayudarla.
Y en cuanto ví las fotos, me enamoré, pensaba “entre tantos restauradores, ojalá me elija para trabajar juntas”.
A los pocos días del primer mensaje, nos encontramos en un café y Sara me contó que es un álbum que “nació” en Entre Ríos (Argentina) y se lo había regalado su tía.
Un álbum que fue pasando de generación en generación en la familia.
Cuando lo conocí “en persona” supe que no sería un trabajo fácil de restauración, pero no imposible.
Si bien tengo experiencia restaurando libros, era un gran desafío restaurar un álbum de fotos tan antiguo.
Y así fue, después de tomarnos un rico café y una hermosa charla, me llevé este bello álbum a mi taller.
Ya estaba ansiosa para empezar a estudiarlo y conocerlo en profundidad.
¿Qué le pasó? ¿Cuál es su diagnóstico? ¿Cómo puedo restaurarlo? ¿Por dónde empiezo? ¿Cuál es el objetivo? ¿Cómo lo restauré?
Empecemos!
Diagnóstico: |
Las hojas:
Las fotos:
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Ventajas: |
✔ El álbum estaba muy bien cuidado
✔ Tenía un desgaste normal ✔ No tenía hongos ni humedad ✔ La fotos están en excelente estado |
Objetivos: |
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Te muestro el paso a paso con más detalles
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1. Registro del álbum tal cual lo recibí:
2. Fotos digitalizadas en alta calidad:
Estas fotos estaban dentro de este sobre (encontrado suelto en el álbum):
3. Restauré cada hoja del álbum con papel japonés
La ventana para la foto está rota. Esto se debe a la manipulación que sufrió durante décadas.
4. Coloqué las fotos “carté de visité” en las ventanas que tiene cada hoja
Lo hice de tal forma que no se puedan retirar las fotos, ya que las hojas se romperían nuevamente.
- Coloqué cada foto en la ventana
- Vista del dorso
- Restauré con papel japonés
- Dorso restaurado con papel japonés
5. Una vez que tuve todas las hojas restauradas, limpié el lomo con bisturí
- Así estaba el lomo cuando llegó a mi taller (también se pueden ver la tapa y contratapa)
- Lomo limpio de cola vieja y tela tartalán
6. Encolé el lomo (con cola libre de ácido)
7.Cubrí el lomo con papel japonés y le hice un acordeón
Tomé esta decisición ya que quería refozar el lomo lo máximo posible.
Le coloqué un acordeón (papel plegado tres veces y pegado en las puntas) para ayudar la apertura del álbum.
8. Restauré la tapa
Coloqué papel japonés en los faltantes de cuero
- Faltante de cuero
- Corté el papel japonés con la misma forma del faltante
- Lo pegué con cola y este es el resultado
El papel japonés “se funde” con las fibras del cuero, lo ayuda a sostenerse y le da cuerpo.
Retoques finales: La parte estética
- Teñí el papel japonés con acrílico. Por suerte, encontré el mismo color!
- Una vez que el acrílico secó completamente, humecté la tapa con una cera especial para cuero
- Resultado final
La cera microcristalina humecta al cuero; que por supuesto está muy seco por el paso del tiempo.
Además, la cera le crea una película protectora y lo defiende de humedad, cambios brucos de temperatura y hongos.
9. Recuperé la contratapa
- La contratapa presentaba rayones y algunos faltantes de cuero
- Ya restaurada con papel japonés, retoque pictórico, con acrílico y humectada con la cera microcristalina (por eso su color se volvió más oscuro)
10. Hice un nuevo lomo desde cero
- Teñí la cuerina nueva con el acrílico
- Cuerina nueva ya teñida, y seca. El lomo ya está listo para unirse a las tapas
11. Uní el lomo con las tapas originales (bradel)
12. Pegué las alas del papel japonés a la tapa y contratapa
La tapa estaba pegada a esta hoja, la cual llamaré “guarda”.
En la guarda, estaba la dedicatoria.
Tuve que despegarla completamente para continuar con todo el proceso de restauración de la tapa
En esta foto vemos la tapa, el ala del papel japonés y la guarda:
13. Junté las tapas y el lomo con el cuerpo del álbum
Una vez terminado el entapado, lo dejé secar y lo prensé (suave) por más de 48 horas ✔
14. Apertura del álbum
Lo que me desvelaba por las noches: lograr una buena apertura.
Los álbumes que realizo para mis clientes son cosidos a mano, hoja por hoja; utilizando la técnica de la encuadernación francesa (como la Biblia) y en esta restauración, buscaba un resultado lo más parecido posible.
Al tratarse de una encuadernación de hojas sueltas, mi gran temor era que la estructura no lo soporte y se empiecen a despegar las primeras hojas (como vimos en el principio del artículo, en el registro).
Por lo que, se me ocurrió agregarle un fuelle que cumple dos funciones: le da más cuerpo al lomo y lo ayuda a abrirse de una forma suave y segura.
15. Hice la caja contendora
Confeccioné una caja que tiene una bandeja; tapa, lomo y contratapa (tal cual las partes de un libro)
Es ideal para guardar en una biblioteca!
Obviamente una vez terminada la caja, la dejé secar y prensar la caja por más de 48 horas ✔
- Tapa
- Lomo
- Sobre
- El álbum protegido en la bandeja de la caja
16. Resultado final:
Si te gustó mi trabajo y tenés un caso similiar, puedo ayudarte a restaurar tu álbum! Escribime directamente en WhatsApp ✍️
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Espectacular, Gaby! Gracias por compartir todo el proceso de manera tan detallada ♥
Muchas gracias Sol por tu comentario! Busqué info acerca de restauración de álbumes de fotos antiguos y no encontré casi nada, ni en Google o YouTube; esto me inspiró a escribir este post, quizás mi experiencia le ayude a otro restaurador de libros o de fotos 😉
Felicitaciones Gaby por compartir tu experiencia y tu trabajo en forma tan detallada y minuciosa.
Tu tarea contribuye a mantener la cultura visual de nuestra comunidad. Larga vida a la foto de familia.
Muchas gracias Paula por tus palabras, comentarios como el tuyo me animan a seguir restaurando recuerdos 😉